Club Deportivo Central Ballester

 







   En 1934 Mario Raúl era un jóven jugador de fútbol que día a día demostraba su talento en las canchas ballesterenses, lo que lo llevaría mas tarde a ser convocado para integrar el seleccionado de Villa Ballester. 

   Sin embargo, además de la habilidad y su pasión por el fútbol, Mario Raúl tenía algo particular: el apellido Tambuto, con todo lo que ello significaba.  

   Fué gracias a su iniciativa la creación de dos clubes de fútbol que harían las veces de local en lo que hoy es José León Suárez: “El Club Deportivo Central Ballester” y “El Taladro Fútbol Club” 

  El “Club Deportivo Central Ballester” se fundó el 9 de julio de 1934 con su sede en la calle Mazzini (hoy profesor Simón) número 229 de Villa Ballester.  

  El 10 de noviembre de 1934, junto con la renovación de la comisión directiva, el club inauguró su cancha en los terrenos cercanos a la parada ferroviaria “Kilómetro 24”, mas precisamente en Bernabé Márquez, junto a la pulpería “Del Vasco y de la Vasca”, lugar en que años posteriores funcionó la fábrica de casimires spencer de IVA S.A. y que en la actualidad es el complejo industrial “Parque Suárez”.

 Para celebrar la inauguración, el club invitó a sus asociados a disfrutar de un asado después de los partidos disputados por la 5ta y 4ta. categoría contra el Club Parque Boulogne. 

   Los resultaron tuvieron un sabor agridulce.   Mientras que la 5ta perdió por un abultado resultado de 6 a 0, la 4ta se impuso por 3 a 2.   

   No resultó extraño que una parte significativa de la comisión directiva formara parte de ese primer equipo de la 4ta división del Club Deportivo Central Ballester.  

   Los 11 jugadores que disputaron por primera vez un partido de fútbol en el Kilómetro 24 formó de la siguiente manera: Ramón Rivero (pro secretario y arquero), Gabino Martínez (pro tesorero y defensor) y Raúl Tambutto (intendente de cancha y defensor), Picini, Rafael Bávaro (delegado y capitán) y Cándido Carreras. Pedro Enrique, Juan Llacoy, Lool Rodriguez, Juan Bochelman y Pedro Payer. 


         Se enarbolan las banderas y se estrenan camisetas

  El 9 de diciembre de 1934 el Club Deportivo Central Ballester sufrió una derrota en su propio terreno ante el “Club La Habana” de Villa Pueyrredón por 3 goles a 1.
  
  Ni el resultado ni la retirada de sus rivales antes de tiempo fueron motivo suficiente para suspender el emotivo acto que seguiría.  

  La comisión directiva decidió enarbolar por primera vez en los mástiles, las dos banderas donadas por las señoritas María Díaz y Susana Caballini.   Además, expresaron su agradecimiento al sr. Manuel Martínez por la donación de las camisetas blancas con vivos rojos.

  El 12 de enero de 1935, el equipo de la 4ta categoría se enfrentó con su similar de Atlanta en la cancha de Central Argentino.  

  Poco tiempo despúes el terreno donde se ubicaba la cancha fue reclamado por su dueño, lo que obligó a la comisión directiva a dejar bien en claro que todos los partidos del club se jugarían en condición de visitante. 

 En junio de 1936 el club ya estaba en condiciones de presentar la 3ra. Categoría y los resultados obtenidos fueron favorables.

  En agosto de 1936, se realizaron gestiones para adquirir el amplio local situado frente a la iglesia de La Merced, en el antiguo colegio Abinet, pero esta adquisición no se llega a concretar. 

Simpatizantes femeninas que concurren a los partidos del club Deportivo Central Ballester


  En uno de sus últimos partidos, en octubre de 1936, las categorías 4ta A y 4ta B ganaron sus respectivos partidos al Club Atlético de Tucumán, club del que el profesor José Romulado Fierro era socio fundador y quien seguramente contribuyó a organizar la visita de estos equipos a Villa Ballester.  

  En mayo de 1942, en una nota conmemorativa sobre clubes de fútbol desaparecidos, el semanario Reflejos confirmó la desaparición del “Club Deportivo Central Ballester” junto con otros clubes como “Villa Sicardi”, “Marechal” y “Olimpia”. 


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